Por: Annette Planells

Parece que las elecciones se han vuelto una pelea de lucha libre en la que no hay límites, solo vale alcanzar la meta... ganar a toda costa.

Atrás quedaron las ideologías de los partidos, la honorabilidad de los cargos, la aspiración de vivir en una mejor democracia. Qué deprimente que donde sonó la campana, se tornó un escenario de todos contra todos, y con certeza se utilizarán todas las herramientas que la ley permita, sean morales o no.

Para muestra, un botón: el PRD postula a Manolo Ruiz en el circuito 4-5, a quien el propio partido impugnó en 2014 por la utilización de fondos públicos en la campaña de ese año y que, además, tiene una condena en primera instancia que podría inhabilitarlo, dependiendo del fallo de la apelación que presentó ante el Tribunal Electoral.

Cambio Democrático postula a Guillermo Ferrufino para diputado del circuito 8-7, un exministro que todavía tiene casos pendientes, entre estos, uno por supuesto enriquecimiento injustificado, con una medida de impedimento de salida del país.

El Partido Panameñista postula a Gerald Cumberbatch, que está siendo investigado por delitos contra la administración pública por una denuncia presentada por Jean Marcel Chéry, quien trabajó en su campaña de 2014.

El partido Molirena postula a Mario Lázarus, el diputado de Colón que atropelló y mató a Ruth Parreño (Q.E.P.D.), una joven de 14 años a la que dejó abandonada en el lugar del accidente.

Aparte de eso, el partido Alianza, que apoya para presidente a Rómulo Roux, postula a Athenas Athanasiadis, quien públicamente apoya al candidato del PRD, Nito Cortizo, y el Partido Popular, que apoya a José Isabel Blandón, postula a Christian Ábrego, que públicamente apoya a Nito Cortizo. ¡Qué clase de enredo!

Los partidos políticos están llenos de personas valiosas que, seguramente, podrían representarlos mejor en una elección y darnos a la ciudadanía mejores alternativas a la hora de votar. Lamentablemente, la capacidad, integridad y trayectoria no parecen ser el filtro para que los partidos seleccionen su oferta electoral. Las postulaciones aparentan ser vehículos para llegar al poder, sea como sea, o apuestas para garantizar la supervivencia de los partidos políticos pequeños en las próximas elecciones.

Lo más trágico de todo esto no es que los partidos postulen a estos cuestionados candidatos, sino que los ciudadanos los elijan.

Debemos agregar al #NoALaReelección, el #VotaIndependiente y el #VotaInformado. Ante la ausencia de criterio de los partidos políticos, se hace imperativo que estudiemos muy bien a quiénes les daremos el voto, pues no podemos seguir con las mismas prácticas clientelistas y corruptas por cinco años más. ¡Es un riesgo demasiado alto para el futuro de nuestra democracia!

La autora es miembro de Movin y conductora del programa ‘Sal y Pimienta’.