Por: Annette Planells
Un dólar con 37 céntimos ($1.37) por cada firma válida recibirán los candidatos por la libre postulación que hayan logrado presentar el mínimo de firmas, y que estén entre los tres con mayor número de firmas dentro de su circunscripción.
Es una diferencia abismal si la comparamos con los más de 22 dólares que recibirá el PRD, los 32 dólares que recibirá CD, los 26 dólares que recibirá el Partido Panameñista, los 51 dólares que recibirá el Molirena, los 162 dólares que recibirá el Partido Popular, los 51 dólares que recibirá el Partido Alianza, y los 41 dólares que recibirá el FAD, por cada miembro inscrito en su partido.
No existe equidad alguna. ¿Y cómo tenerla cuando los que aprueban las leyes que distribuyen estos fondos, son precisamente los diputados de la República? Algunos de estos diputados son los que, a su vez, controlan los partidos políticos y, por ende, controlan el uso de estos fondos.
Durante el proceso de recolección de firmas, el tope de gastos que tuvo cada candidato por la libre postulación fue de 2.00 dólares por cada firma de respaldo. Vimos a candidatos de partidos políticos que gastaron hasta un millón de dólares en sus primarias, mientras que la precandidata que más firmas de respaldo obtuvo, Ana Matilde Gómez, tiene un tope de gastos, después de todo un año de recolección de firmas, de $262,830.
Los partidos políticos son necesarios en una democracia y, seguramente, la crisis institucional que estamos viviendo es el reflejo de la crisis interna que estos experimentan, pero... ¿cómo podemos rescatar a los partidos cuando están secuestrados por sus dirigentes, y algunos de estos dirigentes controlan la Asamblea Nacional?
En definitiva, el problema está en la Asamblea, por lo cual debemos ser muy cuidadosos al momento de elegir a los diputados en la próxima elección de mayo. No podemos seguir permitiendo que algunos diputados sigan aumentando su poder dentro y fuera de la Asamblea Nacional, un poder que los ha llevado a controlar los partidos políticos y hasta a decidir quién puede o no correr para un puesto de elección. Tenemos que llevar a la Asamblea Nacional a personas íntegras, con una trayectoria intachable y que estén comprometidas con el rescate de nuestra democracia.
Tenemos una amplia oferta de candidatos por la libre postulación, y si bien la libre postulación no es garantía de que serán buenos diputados, sí merecen la oportunidad de ser considerados. Indaguemos cuidadosamente para verificar si su trayectoria respalda sus promesas, y considerémoslo a la hora de votar.
Tenemos el deber de renovar la Asamblea. Llevemos a la misma personas íntegras, independientes, probas y capaces para rescatar nuestra democracia y nuestra institucionalidad.
La autora es miembro de Movin y conductora del programa ‘Sal y Pimienta’.
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